El fin global del Movimiento Junior es el fin de toda la Iglesia: la Evangelización. Su opción por el mundo infantil hace que el objetivo sea la evangelización de los niños, niñas y preadolescentes para que se planteen su vida como militantes cristianos.
Su acción se desarrolla desde el ámbito de la parroquia, en los lugares donde los niños y niñas están.
El movimiento Junior de A.C. se organiza como Acción Católica General, siendo fieles a la opción preferencial por los más desfavorecidos de la sociedad.
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